jueves, 25 de julio de 2013

La playa lisa, armada de calma

La playa lisa, armada de calma,
enfrenta con banderas desplegadas,
en toda la línea del litoral,
al océano indolente, y lo resiste.
Pero esa lenta lucha que dura desde siempre
no representa peligro, no, para el cangrejo
que recorre ahora
–preocupado sólo por su búsqueda–
el dorso de la dócil
              bestia de arena:
no pone en riesgo, tampoco, a la palapa
que vigila en el horizonte la completa
ausencia de orden y principio.
No hay sentencias aquí.
No hay dirección ni propósito.
Bajo las olas, las olas
            se forman y colapsan.
Aves de largos picos alancean
el pabellón de azules,
           el verde y el gris,
           el oro y el púrpura.
El sol se entrega en una desbandada
de peces carmesíes.
Y a la arena arroja la marea alta los despojos.

3 comentarios:

  1. Gracias por escribir y con esto cantar la vida.

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  2. Gracias por comentar y por regresar a este blog tiempo después. Lo he descuidado un poco pero ya voy a publicar con mayor constancia. Saludos.

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